31 de mayo: Día Mundial sin Tabaco
Miércoles, Mayo 31, 2023
31 de mayo: Día Mundial Sin Tabaco
Como cada año, este 31 de mayo se conmemora el Día Mundial Sin Tabaco y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha propuesto celebrarlo bajo el lema “Cultivemos alimentos, no tabaco”.
Esta campaña pretende animar a los gobiernos a poner fin a las subvenciones al cultivo de tabaco y utilizar los recursos ahorrados para ayudar a los agricultores a cambiar a cultivos más sostenibles que mejoren la seguridad alimentaria y la nutrición.
A propósito de esta fecha, hablamos con la Lic. Vanesa Manucci, integrante del equipo de Salud Mental de nuestro hospital, sobre los efectos nocivos del tabaquismo y la importancia de cuidar la salud pulmonar para lograr un bienestar a nivel general.
¿Cuál es el objetivo de conmemorar esta fecha en todo el mundo?
El día mundial sin tabaco fue establecido en 1987 por la OMS como una fecha para visibilizar y reflexionar sobre el daño que provoca fumar. Durante mucho tiempo el tabaquismo fue considerado solo un “mal hábito”, entendiendo esto como una costumbre adquirida y no como una enfermedad. Recién en 1980 el diagnóstico de dependencia tabáquica fue incluido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, tercera edición (DSM III). Hoy en día no caben dudas de que los cigarrillos y otras formas de tabaco son adictivos, la nicotina es la sustancia que causa la adicción y los procesos farmacológicos y conductuales que causan la adicción al tabaco son similares a los que producen la adicción a otras drogas como la cocaína y heroína. La diferencia principal entre la adicción a la nicotina y la adicción a otras drogas está en que la nicotina no produce efectos tan perturbadores en el comportamiento ni desencadena cuadros psicóticos como lo pueden hacer otras sustancias.
Sabemos que el tabaco es nocivo para nuestra salud. ¿Por qué cuesta tanto disminuir su consumo?
Porque es una adicción, y reconocer al tabaquismo como una enfermedad es lo que permite explicar por qué las personas fuman a pesar de conocer los riesgos para la salud relacionados con el consumo de tabaco y los beneficios de dejar de fumar. Sabemos que aproximadamente el 80% de los fumadores que realizan un intento de cesación sin tratamiento recaen dentro del primer mes de abstinencia y solo alrededor del 3% permanece abstinentes a los seis meses. Esto nos muestra lo “poderosa” que es la adicción al tabaco y la cronicidad de esta enfermedad. Desde el punto de vista farmacológico, los factores fundamentales que promueven y sostienen la adicción a la nicotina son: su rápida absorción y la elevada cantidad que ésta alcanza en el cerebro. Pero los mecanismos responsables de la adicción al tabaco no se limitan a la neurobiología, sino que son el resultado de una compleja interacción entre factores psicológicos, neurobiológicos y sociales.
¿Cómo se trabaja o qué tipo de acompañamiento debe hacerse con una persona que quiere dejar de fumar?
Hay distintos niveles de intervención en tabaquismo. El programa de control del tabaco del Hospital Italiano (GRANTAHI) grafica en una pirámide los niveles de intervención en fumadores y a medida que se asciende, las intervenciones son más eficaces, pero tienen menos alcance poblacional dado que son menos los fumadores que pueden acceder a ellas.
En la base de la pirámide se encuentra la cesación espontánea que tiene una efectividad del 5 al 7%, luego los materiales de autoayuda donde se incluyen folletería, material audiovisual, programas de computación. En un nivel más elevado encontramos la consejería breve que puede realizarse por un profesional de la salud como médico, enfermeros, odontólogos entre otros; este consejo debe ser firme, claro, breve, no debe ser un sermón, debe ser personalizado y repetido todas las veces que sea posible. Otro modo de intervención es la intervención breve cuyo objetivo principal es la reflexión en las personas acerca de su condición de fumador o fumadora, esta intervención es útil para todo fumador, esté o no preparado e independiente del sexo, edad, grupo racial y condiciones clínicas. La Guía de Práctica Clínica elaborada por el Departamento de Salud y Servicios Sociales de los Estados Unidos recomienda adoptar el enfoque de cinco pasos para aplicar las intervenciones breves: 1) Averiguar acerca del consumo, 2) aconsejar a todos los usuarios de tabaco que dejen de fumar, 3) apreciar la voluntad del usuario para dejar de fumar, 4) asistir y 5) arreglar un seguimiento.
Y en la punta de la pirámide están las intervenciones intensivas que son las más eficaces en cesación tabáquica, ya que las tasas de éxito al año pueden rondar del 30 al 35 % y consisten en una serie de entrevistas presenciales individuales o grupales con un elevado tiempo de contacto. Está comprobado que, a mayor intensidad de la intervención, mayor tasa de cesación.
No todos los profesionales de la salud necesitan convertirse en especialistas para ayudar a otros a dejar de fumar, por el contrario, este trabajo pueden realizarlo enfermeros, trabajadores sociales, psicólogos, médicos o cualquier otro profesional de la salud. Lo que sí es indispensable es que todos los profesionales, además de preguntar, asesorar y evaluar en su práctica clínica, deben tener a mano las referencias para remitir a los pacientes a un servicio de orientación más intensivo.
¿Cómo se trabaja en la prevención del tabaquismo en personas jóvenes?
Hoy en día los jóvenes y adolescentes (también niños) están expuestos no solo al cigarrillo sino a otras formas que resultan muy atractivas ya sea por la forma, color o sabores agregados: los cigarrillos electrónicos (vapear), narguile o pipa de agua y tabaco sin humo como el tabaco de mascar o el tabaco soluble, resultan muy atractivos para esta población que se encuentra muy vulnerable a las presiones sociales.
En primer lugar, como adultos, modelos y responsables de las niñeces y adolescencias debemos presentarnos como modelos sin tabaco, no fumar y convertir nuestro hogar en una zona libre de humo. También las campañas de comunicación social han demostrado tener un impacto positivo en la prevención del tabaquismo en adolescentes y jóvenes. Hablar con ellos, educar desde la salud y prepararlos para resistir la presión social es una intervención que no tiene comparación.
¿Qué es el tabaquismo pasivo? ¿Cuáles son sus efectos en la salud?
El tabaquismo pasivo es la exposición al humo de tabaco de la persona que no fuma y no solo al humo ya que las sustancias tóxicas permanecen adheridas al pelo y ropa de los fumadores, a los muebles, alfombras, tapizados, juguetes. No alcanza con no fumar dentro de la casa y solo hacerlo en la vereda o balcón, las sustancias tóxicas pueden permanecer hasta dos semanas después de que se ha ventilado la habitación donde se estuvo fumando.
Los principales efectos del tabaquismo pasivo sobre la salud son la caída de la función pulmonar, sibilancias, tos crónica, aumento en episodios de asma, bronquitis, infecciones severas, neumonía y otitis. También aumenta el riesgo de padecer el síndrome de muerte súbita del lactante. Durante el embarazo, el tabaquismo pasivo puede ocasionar mayor riesgo de muerte fetal, bajo peso al nacer, anomalías congénitas y desarrollo de sibilancias y/o asma.
En esta fecha, es importante entender que fumar es nocivo para la salud, la mía y la de quienes me rodean.