“La situación económica y social está generando mucha angustia”
Martes, Octubre 16, 2018
Celebrando el Día del Psicólogo este 13 de octubre conversamos con el psicólogo Gustavo Zárate, responsable del servicio en el Hospital. “Hoy la situación económica y social está generando mucha angustia. Hay una gran cantidad de pacientes que se ve afectada por la situación del país y que no sabe cómo salir adelante”, afirmó Zárate.
De acuerdo con el profesional la angustia puede expresarse con palpitaciones, la falta de aire, mareos, la incapacidad para estar en espacios con mucha gente, entre otras formas como “situaciones cotidianas que esa persona podía manejar y hoy ya no, como una mala relación o algo que le pasó en la calle: Le provoca estallidos de ira, mucho enojo y respuestas que antes no tenía”.
Zárate explica que todo ello habla de un desequilibrio que aparece en la vida diaria. “En base a lo que compartimos con otros colegas y lo que observo en el consultorio hoy veo que hay muchos casos de angustia provocados por la desocupación y la preocupación por la situación económica, sobre todo en las clases medias y bajas”, enfatizó.
No obstante, aclaró “no me gusta diagnosticar porque los pacientes se aferran de ese diagnóstico y después es difícil correrlos de ese lugar. Yo les explico que eso que ellos llaman ataque de pánico o depresión son en realidad manifestaciones de una gran angustia pero que tiene solución”.
Sobre cómo abordar estas problemáticas, Zárate comentó que “muchos pacientes buscan una solución farmacológica para poder dormir o tranquilizarse. En esos casos les recuerdo que la medicación no es la solución al problema, que puede ayudar pero no resolverlo”.
En este sentido, el psicólogo explicó que se trabaja con la contención, la escucha atenta y la palabra. “Nada más con venir al consultorio la mayoría de los pacientes ya sienten mucho alivio. Intentamos así lograr un estado de lucidez que permita pensar en alternativas que saquen a la persona del aislamiento, porque este estado provoca que no quieran salir de su casa, que no hablen con mucha gente y que se relacionen socialmente cada vez menos. Por eso siempre digo que cuando hay angustia es mejor hablar, porque la palabra es sanadora y generadora de posibilidades”.