En el marco del Día Internacional de la Mujer, que tendrá este año una fisonomía distinta, trabajadoras del Hospital de la Baxada, desarrollarán una asamblea en el nosocomio, entre las 10 y las 12.
11 de agosto: Día del Nutricionista
Viernes, Agosto 10, 2018
El 11 de agosto se conmemora en toda América Latina el Día del Nutricionista, en homenaje a Pedro Escudero (nacido el 11 de agosto de 1887), médico argentino pionero de la Nutrición en el mundo. Para conmemorar esta fecha desde el Servicio de Nutrición para niños y adultos del Hospital de la Baxada señalan la importancia de la alimentación saludable, diferenciando algunas nociones a tener en cuenta.
¿Dieta o plan de alimentación saludable?
De acuerdo con la nutricionista Giamella Pisk “es preferible hablar de alimentación saludable y no de dieta, porque la idea de dieta usualmente genera en el paciente una asociación con alimentos prohibidos o permitidos, con la obligación de bajar de peso y con elaboraciones de comidas sofisticadas. Desde nuestro servicio nos proponemos motivar a los pacientes a un cambio consciente de conductas alimentarias, a la elección de un estilo de vida más saludable promoviendo un aprendizaje significativo.”
¿Peso ideal o peso saludable?
“Sumando el ejercicio físico, lo que buscamos es que el paciente logre un peso saludable y cómodo que pueda sostener en el tiempo. En cambio, el peso considerado ´ideal´ es calculado según el peso y altura del paciente, es un peso que en muchas ocasiones la persona nunca tuvo y que genera frustraciones cuando se lo indica como objetivo. Por eso nuestra meta es programar con el paciente un descenso de peso paulatino hasta alcanzar su peso saludable y cómodo”.
¿Qué incluye un plato saludable?
“Un plato saludable puede incluir verduras, frutas, cereales, legumbres y preferiblemente carnes blancas sobre las rojas. También sugerimos incorporar los aceites vegetales y frutos secos, disminuyendo el consumo de grasas saturadas, los panificados y azúcares”.
En este sentido, Pisk agregó que para comer sano actualmente en los hogares surge la preocupación por el precio de los alimentos. “Muchos pacientes nos plantean la dificultad de acceder a alimentos como las carnes, las verduras, los lácteos descremados, etc. En este caso les recomendamos (según el caso) que, por ejemplo, reemplacen la carne roja por las legumbres, o que en vez de comer una milanesa entera, coman la mitad o realicen preparaciones donde se puedan combinar otros alimentos y acompañen con alguna verdura de estación, que siempre es más barata”.
¿Son fundamentales los lácteos en el desayuno y merienda?
“Si la persona tiene el hábito de consumir lácteos, se sugiere una taza de leche o yogur o una porción de queso con algunas tostadas, preferentemente de salvado, untada con mermelada (puede ser casera). Pero si no tolera o no le gusta puede recurrir a otros alimentos como leche de soja, frutos secos, tofu, semillas, etc.”
¿Son imprescindibles las colaciones?
“Esto varía según la rutina de cada persona. Tratamos de que el paciente escuche las señales del cuerpo porque el cuerpo es muy sabio, no hay que obligarlo a comer por costumbre o indicación. Por lo tanto, si el paciente siente hambre dos horas después de desayunar, le enseñamos a seleccionar las mejores opciones alimentarias como colaciones.”
Nutrición y enfermedades crónicas
Según Pisk, “muchos de los pacientes que asisten al consultorio no ven a la obesidad como enfermedad de base. Llegan al consultorio manifestando la preocupación por la hipertensión, diabetes u otra patología. Mi responsabilidad es explicar que la obesidad es, en la mayoría de los casos, la causante de comorbilidades.
En este sentido Pisk concluyó: “es fundamental que el paciente comprenda las pautas nutricionales, la importancia de cumplir con la indicación médica y el ejercicio físico, que son los pilares fundamentales a tener en cuenta para mejorar la calidad de vida.”