Por segundo año consecutivo, este 12 de noviembre se celebra en Argentina el Día de la Lucha contra la Obesidad. Durante esta fecha se busca instalar la problemática en la agenda pública y sensibilizar a la población sobre la importancia de la prevención y el control. En el país la enfermedad afecta a dos de cada diez adultos y al seis por ciento de chicos en edad escolar.
31 de mayo: Día Mundial sin Tabaco
Jueves, Mayo 30, 2019
Como cada año, este viernes 31 de mayo se celebra una nueva edición del Día Mundial Sin Tabaco.
Esta fecha, promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 1988, es una oportunidad para concientizar sobre los efectos nocivos y letales del consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco ajeno, y para disuadir del consumo de tabaco en cualquiera de sus formas.
¿Cuáles son efectos del consumo de tabaco?
El consumo de tabaco es un factor de riesgo importante de cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular y vasculopatía periférica.
El tabaquismo daña a todo el organismo. Las partes más afectadas suelen ser aquellas por donde ingresa el humo, por donde se despiden los tóxicos introducidos, y las arterias. Existen datos científicos del daño que también produce en quienes fuman ocasionalmente o sólo unos pocos cigarrillos (ej. 1 a 4 cigarrillos por día). Algunas afecciones vinculadas a fumar pueden ser: alteración del olfato y del gusto, trastornos de fertilidad, falta de aire, enfermedades respiratorias crónicas, tumores de pulmón, boca, laringe, infartos, partos prematuros, entre otros.
Todos los daños que produce el cigarrillo son prevenibles, y desde que se deja de fumar los riesgos disminuyen notoriamente. Quienes dejan de fumar jóvenes experimentan los mayores beneficios, pero a todas las edades representa un importante logro para la salud.
¿Qué es el tabaquismo pasivo?
El tabaquismo pasivo es la exposición el humo ambiental de tabaco que sufren las personas sin ser fumadoras. Está demostrado que la inhalación del humo y sus tóxicos es muy riesgoso para la salud.
El fumador pasivo puede sufrir irritación en los ojos, tos, espasmos bronquiales, y riesgo de desarrollar cáncer (principalmente de pulmón). En los niños que son fumadores pasivos los riesgos aumentan: peligro de muerte súbita (lactantes), otitis a repetición, trastornos del aprendizaje y de la conducta, entre otros.
Existen leyes para proteger a la ciudadanía en los lugares públicos y de trabajo, que prohíben fumar en lugares cerrados.
Es importante saber que no es suficiente ventilar o fumar cerca de una ventana, ya que las sustancias quedan en el ambiente por varios días.
¿Cuáles son los métodos que más se utilizan para dejar de fumar?
La Dra. Paula Gonzalo, neumonóloga del Hospital de la baxada, explica que, en primer lugar "es muy importante la motivación del paciente que puede ser estimulada con el consejo del equipo de salud, aunque sea breve, así como también el apoyo psicosocial es un pilar fundamental para el éxito del tratamiento. Y agrega: "es necesario preparar al paciente para modificar conductas que le impidan abandonar la adicción. Esto es posible a travé sdel trabajo conjunto con el paciente, su familia y los profesionales de la salud".
El tratamiento farmacológica escogido dependerá del grado de dependencia del paciente. Así algunos casos podrán recibir sólo terapia de reemplazo nicotínico por medio de chicles o parches y otros requerirán otras drogas que ayuden a aumentar el éxito de la cesación como son las Vareniclina y el Bopropion, que son en la actualidad las únicas drogas avaladas para estas terapias.
Cigarrillos electrónicos y vaporizadores como dispositivos de reemplazo
Dejar el hábito del cigarrillo puede ser muy difícil y los distintos caminos para lograrlo han dado lugar a diferentes tratamientos y productos sustitutos.
Vaporizadores y cigarrillos electrónicos han ganado popularidad en los últimos años como una alternativa al tabaco tradicional: se trata de dispositivos que dispensan un aerosol que contiene nicotina, glicerina, propilenglicol y saborizantes.
Según la Dra. Gonzalo, “estos dispositivos buscan suplir el vacío que los fumadores sienten al intentar alejar el cigarrillo de sus hábitos pero todavía no existen trabajos científicos que demuestren la magnitud del riesgo de su consumo, ya que existe gran disparidad en el contenido de los líquidos disponibles. Tampoco hay evidencia de que su uso sea útil para el abandono tabáquico e incluso se teme que jóvenes y adolescentes puedan iniciarse en la adicción de la nicotina a través del uso de los mismos".
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud se ha expresado que no deben ser recomendados como sustitutos del tabaco hasta tanto no haya evidencia clara de su seguridad y eficacia. A su vez, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) no recomienda el uso de cigarrillos electrónicos hasta tanto no exista evidencia cierta de su seguridad y eficacia, y solicita a los profesionales de la salud en general y en particular a los que trabajan en la cesación tabáquica abstenerse de indicarlos para tal fin.
En cuanto a los riesgos, Gonzalo añade que “aún no existen estudios a gran escala que determinen su impacto en la salud de la población, pero se ha demostrado que el vapor (aerosol) que dispensa el cigarrillo electrónico no es inocuo: contiene sustancias tóxicas y cancerígenas aunque sea en menor cantidad que el cigarrillo común”.
Por estos motivos, desde la Fundación Cardiológica Argentina (FCA) apuntaron que debe considerarse como un elemento de “riesgo” para el fumador pasivo, ya que aún se desconoce la real potencialidad tóxica del vapor exhalado. Asimismo, si bien es menos dañino que el cigarrillo convencional, no puede calificarse hoy como una alternativa saludable para reemplazar el hábito tabáquico.